Según el programa de Animación Inspectorial se había elegido
Valladolid como uno de los lugares para
celebrar este Homenaje a Mª Auxiliadora, debido a la gran extensión geográfica
de la nueva Inspectoría.
Estaba prevista una gran afluencia de miembros de la Familia
Salesiana de diferentes lugares: Madrid, Oviedo, León, Zamora,
Palencia-Villamuriel… Vimos un montón de
autocares, pero con las matrículas que tenemos de hace tiempo, no sabíamos la
procedencia. Pero bueno, añadiendo a los
que nos incorporamos de Valladolid, para haceros una idea, superamos las 400
personas.
A las 11’15 de la mañana Ángel había organizado una velada
como recibimiento en el Teatro tan fantástico que el año pasado había
acondicionado Antonio García con un programa variado: Sainete, números de
zarzuela, poesía, mímica, Danzas y bailes, presentado y amenizado por nuestro
gran humorista Antonio Martínez Cabello.
A las 13 h. tuvimos la misa concelebrada por algunos de los
salesianos que pudieron venir. Y Ángel de nuevo en la homilía dio muestras
sobradas de su preparación teológico-mariana, dejándonos un claro mensaje sobre
el papel mediador de María.
Para la comida, sobre las 14’30, ya estaban preparados varios
espacios para quienes traían sus viandas (más de 150) y quienes habían preferido el menú que se había
ofrecido (más de 200). Aunque los comedores son grandes, el gran número de
mesas que hubo que colocar apenas dejaban espacios. Pero eso no impedía que
cada dos por tres, personas que no se habían visto antes, pasaran poco a poco
entre las sillas para darse un abrazo. Todo estuvo fenomenalmente organizado. Y
tras la comida salimos al patio (amplia explanada) del Centro Juvenil donde
cabíamos todos y, en ambiente relajado, las Admas nos invitaron a un cafetito
que nos supo a gloria e invitaba a charlar en corros espontáneos. He de
destacar también que el ánimo de muchos les llevó a bailar con todas las ganas,
bajo el sol espléndido del momento, al ritmo de la música que salía de los
altavoces.
Para rematar la jornada, y antes de que se hiciera tarde,
pues la mayoría tendría que emprender el viaje de regreso, nos invitaron dirigirnos
a la iglesia para recibir la bendición de Mª Auxiliadora que presidió D.
Eleuterio Lobato, mi querido Director en Cambados y que guardo especial cariño.
Toda una jornada de auténtica celebración y gratos
encuentros.
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