El día de la Fiesta
Inspectorial
El 25 de abril la Inspectoría Santiago el Mayor se
dio cita en la obra salesiana de Valladolid para celebrar la primera fiesta
inspectorial, tras la reorganización.
En la homilía Juan Carlos expresaba su emoción al
haber visto el encuentro de los diferentes hermanos salesianos y otros miembros
de la Familia Salesiana y recordaba a aquellos que no habían podido estar, por
labores pastorales o por enfermedad.“En la inspectoría somos 579 hermanos
extraordinarios y un grupo inmenso de seglares, tanto de la Familia Salesiana
como colaboradores, como de las Comunidades Educativas, un tesoro importante
con el que hay que contar”.
Unía a estas ideas otras dos: La riqueza de las
obras “que estoy conociendo en la visita Inspectorial, en las que se está
haciendo mucho bien y que es posible por la dedicación de las personas” y en
las que se cumple la Palabra de Dios, siempre que nos inclinamos bajo la mano
de Dios, descargamos nuestros agobios en Él, estamos alertas con Él nos
robustece y nos acompañan en el futuro: “Tendremos futuro en la medida en que
nos anclemos en Dios, anunciando la buena noticia a los jóvenes, convencidos de
la cooperación del Señor porque contamos con casa llenas de su presencia”.
El día de la Fiesta Inspectorial es el dedicado a
celebrar los 25, 50, 60 años de vida consagrada y en algunos casos sacerdotal
de los Salesianos de la Inspectoría. Reconocimiento de vidas entregadas por las
que se dio gracias en la Eucaristía y a quienes se les dio gracias en un
sencillo acto de familia antes del almuerzo. Como el propio Inspector afirmaba:
“Celebramos la fidelidad de estos hermanos, los años entregados, no es lo mismo
ser fiel mucho o poco tiempo….no es lo mismo”.
Los Salesianos homenajeados recibían un busto de Don
Bosco con la placa conmemorativa del momento y la Bendición del Papa Francisco
junto con el abrazo de toda la Comunidad Inspectorial. El acto se completó con
la actuación del grupo de danzas de adultos de la Asociación “El Candil” que
forman parte de los Grupos de la Casa de Juventud Aleste de Valladolid.
Los momentos de la fiesta estuvieron marcados por la
confianza en los jóvenes: La Eucaristía preparada por laComunidad del
Teologado, intensa, profunda; la comida preparada y ofrecida por los jóvenes
que participan en la formación de catering de la Fundación Juan Soñador de
Valladolid y el broche final ofrecido por los componentes delmusical “Gracias
Don Bosco” de la obra de Trinidad de Sevilla quienes ayudaron al auditorio a
seguir soñando, como dijo el propio Juan Carlos Pérez Godoy al final del día:
“Soñar como él soñó, querer como él quiso, estar en medio de los jóvenes como
Don Bosco”.
Presente a lo largo de todo el día, la música se
convirtió en oración a través del coro que acompañó la celebración eucarística.
Con la canción final de Antonio Pecharromán, sdb de Fuenlabrada y cantada por
Nieves Frechilla educadora en la misma obra y que han preparado con motivo del
Bicentenario de Don Bosco y con todos los temas del musical “Gracias Don
Bosco”.
¡Gracias! con las miradas y recibimientos, ¡Gracias!
por la celebración, ¡Gracias! por la música, la creatividad ¡Gracias! por el
servicio y dedicación. ¡Gracias por toda una vida dedicada!
http://www.donbosco.es/noticias/articulo.asp?id=23863
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