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domingo, 8 de mayo de 2016

VISITA DEL RECTOR MAYOR D. ÁNGEL FDEZ. ARTIME A LA FAMILIA SALESIANA DE VALLADOLID. AA.

VISITA DEL RECTOR MAYOR D. ÁNGEL FDEZ. ARTIME
A LA FAMILIA SALESIANA DE VALLADOLID
El Rector Mayor D. Ángel Fernández Artime está estas días en España, del 28 de abril al 14 de mayo, visitando y conociendo de primera mano cuantas comunidades, asociaciones y presencias salesianas le sea posible pertenecientes a las dos inspectorías hace poco reestructuradas.
Pues bien, el día 4 de mayo ha venido a Valladolid, donde se ha reunido con la Comunidad Salesiana de Pajarillos y representantes de las diferentes organizaciones de la Familia Salesiana. Han comido también juntos, entre cuyos invitados se encontraba el Arzobispo de Valladolid y Cardenal D. Ricardo Blázquez. Sobre el desarrollo de este encuentro podéis encontrar información y fotografías en el enlace    http://www.salesianos.es/Articulos/7096/1/1/Rector-Mayor-Somos-quienes-somos-para-ser-alternativa-
Nuestro Presidente de la A. de Antiguos Alumnos Tirso Muñiz, que también participó de la jornada, me comentó que todo se desarrolló en un ambiente muy cercano. Como detalle, me dijo que a todo el mundo le salía natural tratarle de tú  y que, tras el ágape, como remate a la sobremesa, el Director de la Comunidad Pedro Arroyo armado con el acordeón entonó el “Asturias, patria querida”. Aquello debió sonar por todo lo grande, poniendo la guinda a la gran acogida realizada con nuestro insigne y querido asturiano. Los organizadores debieron invitarle a descansar un poco, pero decidió seguir saludando y charlando con todos los que pudo fuera de formalidades y haciéndose un montón de fotos, que se pueden ver en la página indicada.
Al resto de los mortales nos habían avisado de su visita a Valladolid y que, por lo apretado del programa, podíamos verle y tomar un cafetito de cuatro a cinco aproximadamente, donde dirigiría un saludo a los miembros de la familia salesiana que pudieran asistir, pues tenía que salir pronto para Madrid.
Pues allí nos encontramos un buen grupo de personas en la sala del Centro Juvenil. Mientras tanto, todo el ambientazo de fotos y saludos estaba en el exterior que nosotros desde dentro no percibíamos. Al cabo de un ratillo entró en la sala con el mismo talante, saludando de un modo muy cordial a todo el mundo.
Me siento obligado a decir en su favor que al verme se acercó directamente y nos dio un abrazo a Alegría, que conoció siendo Provincial, y a mí. Me recordó algunos detalles agradables que conocíamos  los dos de su época de aspirante en Cambados, y buenos recuerdos que compartimos siendo yo “clérigo”, como llamábamos a los años de trienio. Allí coincidimos esos tres años Javier Fdez. Pereira, Silvestre Llamas y yo, participando en todas las labores docentes y educativas con toda la ilusión del mundo las 24 horas del día, como el resto de compañeros repartidos por los Colegios Salesianos. Pero la coincidencia de que el actual Rector Mayor, con la categoría que está demostrando, sea nuestro querido Ángel Fdez. Artime, te llena de orgullo. Pero es un sentimiento que estoy seguro compartimos todos cuantos le hemos tratado. Perdonad el inciso.
Continuó saludando  a cuantos allí se encontraban, a muchos de los cuales conocía personalmente y ya, para comenzar el acto programado “Saludo a la Familia Salesiana”, Luis Martín Cabello nos invita a sentarnos y guardar silencio, porque si no, el ambiente de camaradería que se había creado hubiera continuado indefinidamente.
La sala estaba a rebosar y comienza bromeando con Pedro: Me habías dicho que a estas horas vendrían sólo unos 8 ó 9. Y comenzó recordando sus años jóvenes en Valladolid, donde cursó sus estudios de Filosofía con los Dominicos de San Pablo, y participó en la Parroquia, partidos de balón cesto y el Centro Juvenil. Se acordaba de nombres, algunos de ellos presentes, de familias, madres y jóvenes. Se le notaba que lo pasó muy bien en Pucela.
Nos hizo luego un resumen de su vida como salesiano, citando los lugares por los que pasó, León, Avilés, Orense… (no sé si el orden es el correcto) y teniendo muy claro que él quería dedicarse a los jóvenes con un contacto directo con ellos. Esto era así hasta el punto que dijo a la señora que estaba en Portería cuando él ocupaba el cargo de Director en Orense: “Cuando alguien pregunte por mí, si yo estoy en el patio con los chicos, no me avises sea quien sea. ¿De acuerdo? Ni aunque sea el mismísimo Rector Mayor o el Papa”. Pasado un tiempo, la buena mujer le dice un día al finalizar un recreo: D. Ángel, le ha llamado el Rector Mayor. -Pero cómo no me has avisado. -Usted me dijo hace tiempo… -Perdona, es verdad que te lo dije.
Le llamé y ahí comenzó mi nuevo destino como salesiano desarrollando otras funciones, que me separan del trabajo diario con los jóvenes, como Provincial de la Inspectoría de León, de Argentina y posteriormente, cuando tenemos el Capítulo en el que elegiríamos al nuevo Rector Mayor, yo me hacía ilusiones de volver a España, pero mirad por dónde. Os aseguro que nadie se gastó un euro ni tiempo, y menos yo, en campañas ni publicidad. Sólo hablé durante el Capítulo en dos ocasiones y en ambas 5 minutos. Quedé sorprendido que en la primera votación entre otros muchos saliera mi nombre, pero ni por asomo sospeché que eso fuera cobrando fuerza y me eligieran. Cómo iba a decirles es que no puedo, no sé… estaba desbordado, respiré hondo y sólo dije en ese momento “me confío a vosotros y a todos los salesianos”.
El nuevo papel que me toca desempeñar ahora como Rector Mayor es muy grande que sobrepasa a cualquiera, pero (siguió contando como si fuera su gran secreto, su manantial de inspiración y nuevas energías) tengo la llave de la Basílica de María Auxiliadora de Turín donde, siempre que lo desee, entro allí solo y rezo ante el gigantesco cuadro de María Auxiliadora o apoyo mi frente sobre el cristal de la urna de Don Bosco pidiéndole me ayude a continuar su misión, como él mismo hubiera hecho en el siglo XXI. Esta función, dice dirigiéndose a varias madres que están enfrente, es la de dirigir, coordinar y animar a una familia, muy parecido a las familias que dirigís vosotras.
Y comienza Ángel a relatarnos sus viajes por todo el mundo, con algunos desplazamientos agotadores de 24 y hasta 30 horas en avión para llegar al destino (con alguna escala, claro), pero muy reconfortantes al conocer la labor de tantos Salesianos y miembros de la Familia Salesiana. ¡Qué labor más hermosa se está haciendo en todos los países en los que estamos presentes!
Como había niños en la sala, se lanzó a contar varias anécdotas curiosas dirigidas a ellos de modo especial. Por ejemplo, los expertos aseguran que hay más especies de animales en el Amazonas que en el océano Atlántico; que le ha tocado comer gran variedad de comida y de lo más extraño, como culebra, armadillo, hormigas de muchos tipos, algunas de ellas en sopa, otras tostadas que estaban crujientes como cereales, pirañas, etc.
Nos contaba con especial emoción la cantidad de centros salesianos de acogida a chicos/as de la calle, que de otro modo hubieran estado abandonados a su suerte, y allí son recibidos con los brazos abiertos y, en la medida que ellos quieran, reciben una educación, emprenden una formación y despiertan un sentido ilusionante a su vida. Narraba el caso de un joven capitán de crucero que se presentó a un grupo de estos chicos y les contó un poco su profesión; ellos extrañados y sin saber por qué les hablaba este hombre, quedaron sorprendidos cuando les dijo que también él estuvo viviendo y durmiendo en la calle como ellos, hasta que alguien le invitó a ir con los salesianos y, después de estar varias ocasiones, le dijeron que también se podía quedar cuando quisiera. En ese momento comenzó su nueva vida.
Otro caso similar, el de una joven muy guapa, una auténtica modelo, trabajadora en una empresa de prestigio, contaba su durísima historia a un grupo de chicas procedentes de la exclusión social y explotación sexual; siendo jovencita su padre la violaba hasta que años más tarde un día tuvo fuerzas para huir de casa; ya en otro lugar preguntó a un policía dónde podía dirigirse y recibir alguna ayuda, y éste le indicó una casa salesiana. Allí se sintió acogida y surgió su nueva vida. Y les dijo que lo más importante que había sucedido en su vida, más todavía que la decisión de escapar de la casa de su padre, fue la de sentirse acogida por la familia salesiana.
Y como éstos, muchísimos casos más, como los niños y niñas procedentes de las guerrillas en Colombia, donde habían estado empuñando fusiles o realizando otras funciones.
Y sigue diciendo convencido, con palabras que le salen del alma: “Muchísimos niños y jóvenes, sobre todo los más necesitados, están esperando nuestra ayuda. No tenemos que tener miedo. Nos están esperando. En cada lugar del mundo donde hay una presencia salesiana, como ésta de Pajarillos que también está en el mundo, se hace una gran labor. Y cada persona como vosotros, cada uno en el entorno de su familia, trabajo, grupo de amigos y personas con quienes os relacionéis, vivid con el espíritu de D. Bosco, que milagros como éstos seguirán sucediendo todos los días”.
Al dar por terminada su intervención, nos invitó a hacerle alguna pregunta y Félix Rueda, nuestro querido ex presidente, a quien también conoce Ángel, levanta la mano y le dice: D. Bosco tuvo cinco sueños que poco a poco fue haciendo realidad. ¿Tienes tú algún sueño que quieras llevar a cabo?
A nuestro Rector Mayor se le escapa un gesto muy elocuente como diciendo menuda preguntita y sale bromeando “a estas horas estábamos mejor durmiendo la siesta”. Y acto seguido responde, pues sí también tengo un sueño que podemos dividir en cinco, que ya comuniqué en una carta a los salesianos:
            1.- Sueño con que todos los salesianos estén contentos y sean felices de serlo.
            2.- Que sean hombres de fe y estén llenos de Dios.
            3.- Que vivan apasionados por los jóvenes, sobre todo los más necesitados.
            4.- Que no somos una organización social, sino Evangelizadores.
            5.- Que sigamos siendo una Congregación siempre Misionera.
“Como D. Bosco, con los jóvenes, por los jóvenes y para los jóvenes”.
Pedro Arroyo intenta cortar porque ya era tarde, pero Ángel estaba feliz y continuó un poco más, reanudándose ahora las despedidas y fotos generales, de grupos y algunas particulares. Tuvo que entrar el Provincial Juan Carlos porque si no, no había manera. Y es entonces cuando, y esa fue mi sensación, vuelves a ser un poco más consciente de la realidad, que Ángel Fdez. Artime, esa persona tan cercana y querida para todos cuantos le hemos tratado, es el Rector Mayor y le toca moverse por otras esferas. Y que, como D. Bosco, esas esferas las baja a pie de calle haciendo nuevas conquistas por donde va.
Y creo que Ángel, nuestro querido Rector Mayor, ya está haciendo realidad su petición ante la urna de D. Bosco: la misión que éste hubiera hecho en el siglo XXI.
Carlos López

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