Historia-Vocación
Peinando
muchas canas a mis 63 años puedo seguir recordando aquel gran día en que un
visitador salesiano me dijo: "Alista
tus cosas que los Salesianos te esperan en Astudillo-Palencia".
Con la
salida del seno de mi familia empezaba a recorrer la gran aventura de mi vida a
lo largo y ancho de este mundo: Astudillo. Cambados, Urnieta, Zaragoza. Tiempos
de formación de mucha dedicación, esfuerzo, trabajo, en un ambiente muy
humano, familiar, alegre por la cercanía de los salesianos con los alumnos, que
nos hacían sentir el protagonismo en las pequeñas cosas.
Terminados
los años de estudios empecé el periodo de formación en el trabajo dando clases
y al frente de los Centros de Formación Profesional: León, Bolivia, Nicaragua,
El Salvador, Honduras y ahora en Costa Rica. Ha sido otra etapa distinta, por
la vida mas activa muy enriquecedora por las riquezas de las distintas
comunidades, el contacto directo con los jóvenes, los grupos juveniles,
los oratorios, la rica variedad de culturas; etapas que han ido moldeando y
madurando mi vocación y sentir cada día mas fuerte mi pertenencia a
la congregación dando mayor sentido e identidad a la vocación de religioso
laico que el Señor me ha regalado.
Lo de ser
Salesiano lo he tenido claro desde los inicios al conocer a Salesianos que me
cautivaron por su testimonio de vida alegres, sacrificados, entusiastas, con
mucha familiaridad desde su sencillez.
¿Por qué Religioso Laico? Esto me tocó
madurarlo con mucha calma. Hice el bachillerato en el Aspirantado Salesiano en
Cambados, después de pasar de Astudillo el primer año. En este año conocí a
muchos sacerdotes y coadjutores excelentes pero no me simpatizaba tanto la
figura del sacerdote por su mayor rigidez, la vestimenta, la absorción por
administrar los sacramentos, entre otras cosas. Era para mi más atrayente la figura del salesiano coadjutor por su mayor
cercanía cercanía, siempre con nosotros y su testimonio me caló mucho más y mi
apego a María Auxiliadora fueron determinantes para mi elección, recia vocación
de religioso laico de la que nunca he dudado y que me ha hecho muy feliz.
Los
Salesianos misioneros llegaban al Aspirantado y nos narraban con mucho
entusiasmo sus experiencias, vivencias, retos y aventuras en tierras de misión.
Esto prendió en mí rápidamente como una llama en los primeros años de
aspirante; quería irme a misiones al terminar el noviciado, pero me aconsejaron
que primero me preparara. Así lo hice y a los 25 años pedí trabajar en las
misiones, solicité trabajar en América, deseo que se me cumplió.
Los primeros
3 años fueron en Bolivia, 15 años en Managua-Nicaragua, 2 años en El Salvador,
16 años en Tegucigalpa-Honduras y ahora llevo 3 años en San José-Costa Rica.
Llevo 44
años de ser Religioso Salesiano Laico y 35 de trabajar en América. Puedo decir
con mucha satisfacción y orgullo que VALIÓ LA PENA , VALE LA PENA Y SEGUIRÁ VALIENDO LA PENA , porque me siento muy
realizado y sobre todo muy feliz.
Si volviera
a empezar de nuevo, tomaría el mismo
camino. Esta vocación, creación genial de Don Bosco, la siento concreta,
completa, original y significativa.
Me permite
vivir mi consagración en el mundo del trabajo en medio de los miles de jóvenes
y obreros que el Señor a través de Don Bosco pone en mi camino y en donde cada
día trato de colaborar en la construcción del Reino del Creador ayudando a ser "buenos cristianos y honrados ciudadanos"
siguiendo la pedagogía y sistema de Don Bosco.
He tomado en
serio la vida, lo cual me ha llevado hasta aquí. Me he empeñado en ser libre,
trato de ser autentico, servir, amar, ser feliz, teniendo una constante
entrega a los demás, sobre todo a los mas necesitados.
Pedro Chico Barreales
SDB
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